Tengo una fatal memoria y lamento no poder recordar muchas cosas de mi infancia, sin embargo, siempre están esos recuerdos que quedan grabados en el mural de nuestra vida por siempre. Esas “cosas” a las que recurrimos mientras vamos formando nuestro carácter y que nos sirven de soporte para nuestro accionar.
Recuerdo vividamente como siendo muy pequeña, mi padre (un alma revolucionaria) me decía: “Exige tus derechos, incluso si se trata de mi. Jamás permitas que tus derechos sean pisoteados”
También recuerdo como años después siendo adolescente me decía en son de chanza: “Coño en que gancho cai yo enseñándole a esta muchachita que exija lo que le corresponde como derecho”….
Luego de mi madre aprendí esos principios de igualdad, de justicia…
A veces hablamos de la sociedad como si no fuéramos parte de ella. Como si toda la responsabilidad fuera de solo un grupo de personas.
No es revolucionario el que lleva una camisa del Che Guevara o escucha música de Silvio o Mercedes Sosa (incluso pudieras escuchar a Arjona o a Shakira y ser un revolucionario). Ser revolucionario no es una moda o utilizar cierto tipo de ropa.
Se trata de romper los moldes, de cambiar todo, de poner en marcha algo Nuevo.
Se trata de levanter tu VOZ para que algo, que quizas parece una utopía social, algun dia se logre…. Igualdad.
Para que tal como diria Gabriel Garcia Marquez “ ningún ser humano tenga derecho a mirar desde arriba a otro, a no ser que sea para ayudarlo a levantarse” para que aprendamos a exijir lo que es nuestro derecho.
viernes, 31 de agosto de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)