viernes, 19 de agosto de 2011

Amor en los tiempos de Blackberry

Hace unos días me llamó la atención llegar a un restaurante con un grupo de amigos y, después de sentarnos, notar cómo cada uno estaba en un mundo distinto dentro de sus pantallas. Por simple necedad empecé a hablar con uno de ellos para ver si podía hacer ambas cosas al mismo tiempo a lo que respondió acelerado:

“Pérate Karina que estoy por cerrar una conversación con la que podría ser mi esposa”.

... ¡Y yo quedé sorprendida con su respuesta!!

Mi amigo estaba “cerrando” el inicio de una relación por BB. Lo sorprendente de eso es lo que me dijo después:

“Sabes que yo soy más elocuente por BB que personal (y es cierto). Mi amigo personalmente es una especie de antisocial, sin embargo por BB es todo un genio de las relaciones”.

La permanente conexión trae “relaciones virtuales”, de fácil acceso y salida rápida; tienen la supuesta ventaja de que en cualquier momento puede oprimirse la tecla delete y se terminó. Como diría el sociólogo polaco Zigmunt Bauman a este tipo de encuentros, “Relaciones de Bolsillo” que “se pueden sacar en caso de necesidad, pero que también pueden volver a sepultarse en las profundidades del bolsillo cuando ya no son necesarias”.

Ahora conocer a alguien va directamente relacionado con el tiempo que se escriben por BB. Desagraciadamente muchos poseedores de Blackberry no tienen vida más allá de sus aparatos y te invitan a “bebernos” un café que termina siendo un café que “te bebes” a solas.